¿Qué es la economía circular?
Se define la economía circular como el sistema económico que tiene como objetivo mantener el valor de los productos y materiales durante el mayor tiempo posible, minimizando el uso de recursos y residuos mediante el aumento de la reparación, recuperación, reutilización y reciclaje de materiales y productos.
Este modelo resulta clave para conseguir un equilibrio entre prosperidad, empleo y resiliencia, a la vez que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, los residuos y la contaminación.
¿En qué consiste el sistema actual?
Nuestro sistema actual entiende la economía de una forma lineal, basada en la extracción, la fabricación, la utilización y la eliminación. Una forma de producción que ha alcanzado sus límites: el 29 de julio de este año los ecosistemas de la Tierra agotaron su capacidad de regenerar los recursos naturales.
Vivimos y, sobre todo, producimos y consumimos como si tuviésemos un planeta para vivir, dos para explotar sus recursos y un tercero para tirar los residuos. La economía circular podría ser la respuesta que el planeta necesita para que nuestros sistemas productivos se asemejen más a los ciclos naturales. Para conseguirlo, como explican desde la Fundación Economía Circular, son seis las claves fundamentales que todas las industrias y los consumidores deben tener en cuenta.
Claves de la Economía Circular
Ecodiseño
Diseño de nuevos procesos para la utilización de materias primas más ecológicas, que tengan en consideración los impactos medioambientales a lo largo de ciclo de vida del producto fabricado.
Sustituir las piezas, equipos, estructuras, etc. actualmente fabricadas por otras con menos impacto ambiental que las actuales y que conlleven la reutilización de los residuos o su minimización con un menor impacto energético, o que posteriormente puedan ser reutilizables o reciclables.
Ecología industrial
De nada sirve que una empresa o sector específico se circularice si no cuenta con una red de apoyo industrial. La ecología industrial plantea que la organización de la industria territorial optimice los stocks, los flujos de materiales y materias primas, la energía y los servicios.
De esta manera, se recuperan, reciclan y gestionan todos los materiales del sector, que son reaprovechables de una industria a otra.
Reutilización
Muchos residuos, o parte de ellos, pueden recuperarse y tener una nueva vida útil. La economía circular promueve, precisamente, que todo lo que pueda usarse se use para elaborar nuevos productos o darles nuevos usos.
Una forma óptima de intercambio de exceso de materiales puede ser la creación de una plataforma en línea que permita a las empresas intercambiar materiales sobrantes entre sí utilizando códigos y chips de respuesta rápida (QR)
Segundo uso
La digitalización hace posible la re manufacturación fiable, que implica intervenciones al final del ciclo de vida de un producto (por ejemplo, desmontar, reparar o reemplazar piezas, volver a montar) para traerlo de vuelta al mercado. Los productos remanufacturados generalmente se consideran más valiosos en comparación con las materias primas secundarias obtenidas mediante el reciclaje o la recuperación de energía. La remanufacturación reduce la demanda de nuevos productos, y materias primas.
Reciclaje
Uno de los procesos más conocidos de la economía circular es el reciclaje, que consiste en aprovechar los componentes o materiales que se encuentran dentro de los residuos. El mejor ejemplo es el del plástico, material que se recupera y pasa por un proceso de reciclado para reintroducirse en el proceso productivo como nueva materia prima.
Valorización
En la naturaleza, la basura no existe. Todos los materiales tienen un propósito. La valorización energética consiste, precisamente, en convertir aquellos residuos que no se pueden reciclar, reparar o reutilizar en energía.
El biogás sería un ejemplo claro de fuente de energía procedente de la valorización de residuos. Este gas se obtiene a través de la descomposición microbiológica de materia orgánica biodegradable.
Economía Verde
Sistema económico que tiene por objetivo la reducción de los riesgos ambientales y carencias ecológicas para lograr un desarrollo sostenible sin degradar el medio ambiente. Las claves para su implantación residen en:
- Reducción del consumo energético.
- Sustitución de sistemas basados en fuel, gasoil, etc., por otros basados en gas natural, energía eólica y solar para reducir las emisiones efecto invernadero.
- Sustitución de máquinas o líneas de producción por otras más eficientes energéticamente.
- Reducción del consumo de agua y otras utilities.
La digitalización no es la panacea que resolverá inmediatamente todos los retos, sin embargo, es el facilitador y acelerador para realizar el cambio. Así pues, cualquier proyecto cuyo objetivo sea lograr una economía circular, debe incluir la digitalización, ya que de acuerdo con la Unión Europea, es el único facilitador que permitirá avanzar hacia la economía verde y circular.