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Algo para reflexionar: el colonialismo de datos y la ciberseguridad de los datos en una empresa.
El colonialismo de datos aparece cuando la vida humana y los datos de las empresas se convierten en insumos para el nuevo capitalismo de producción.
Hasta finales del siglo XX, las únicas fuentes de extracción de riqueza eran los recursos naturales y la mano de obra, lo que se denominaba Capitalismo Industrial. Actualmente, se ha incorporado la vida humana a este proceso, exponiéndonos a una vigilancia y monitoreo continuo, a través de los cuales se extraen los datos de nuestra vida y de las actividades empresariales. Estos datos, extraídos de la nube, son el insumo fundamental para el capitalismo de producción y poder actual.
El colonialismo de datos, por tanto, es el proceso de extracción de valor económico a partir de la vida humana. La venta de datos de personas y empresas se ha convertido en el nuevo recurso del capitalismo de datos.
¿Por qué el 99% de las aplicaciones móviles son gratis? ¿De qué viven las empresas que las desarrollan?
¡De la venta de los datos!
Licencia gratuita significa que la fuente de ingresos es la venta de información sobre nuestras vidas. Por ejemplo, Google compra datos a Apple, lo que representa un 60% de los ingresos de esta última.
Los cinco grandes, o «Top Five», son Amazon, Apple, Microsoft, Google y Facebook. El Foro Económico Mundial señala que los datos personales son el nuevo petróleo del siglo XXI. Los datos en bruto deben ser procesados, al igual que el petróleo, para extraer información útil.
El EULA (End User License Agreement) o acuerdo de derechos y responsabilidades es lo que aceptamos cuando instalamos las aplicaciones.
Por ejemplo, la última versión de Google Chrome declara que “usted otorga a Google una licencia perpetua, irrevocable, a nivel mundial y libre de royalties para reproducir, adaptar, modificar, publicar y distribuir todo el contenido que usted suba”. En el caso de Facebook, “los usuarios otorgan a Facebook permiso para usar, con fines comerciales o no comerciales, fotos, videos, etc.”
Esto es aplicable a todas las aplicaciones que utilizan el seguimiento de datos con fines comerciales. Dado que WhatsApp pertenece a Facebook, todo lo mencionado anteriormente también es aplicable a esta aplicación. Se puede afirmar que el extractivismo de datos es el motor del capitalismo actual.
Estas grandes compañías simplemente recogen los datos a través de la nube. El procesamiento de datos lo realizan cientos de compañías filiales.
Dejemos a las personas trackeadas y monitorizadas a través de sus móviles y veamos qué ocurre en las empresas. Consideremos ahora una empresa de producción con sus antivirus y otras medidas de seguridad de red. Todo parece estar protegido; sin embargo, veamos el lado débil. Por otro lado, los empleados usan móviles dentro de la fábrica e, incluso, tal como hemos constatado en muchas empresas, es muy frecuente el uso de WhatsApp para comunicar mensajes o fotos relacionados con la producción, así como las propias órdenes de producción. Si esta información está siendo trackeada y monitorizada, ya que hemos firmado el EULA.
¿Qué garantía tenemos de que esa información no está siendo utilizada por terceros?
¿Cuánto vale esta información para empresas de la competencia o simplemente para chantaje?
¿Qué nivel de seguridad existe en su empresa?
Es el momento de que las empresas que no hayan abordado este tema inicien un proceso profundo de análisis de su seguridad actual y adopten medidas de ciberseguridad para minimizar el riesgo.
