Hasta ahora cualquier empresa que desarrollase un ERP podía comercializarlo sin problema alguno, esto es probable que no sea, y es que, en poco tiempo será necesario que todos los ERP cuenten con una certificación para ser comercializado y usado.
Esta gran novedad se debe a la aprobación en el Senado, pendiente del visto bueno del Congreso, de una modificación de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria. En el apartado 2 del artículo 29 de dicha ley se añade una nueva letra, j , que queda redactada de la siguiente forma:
¿Qué dice la nueva normativa?
La obligación, por parte de los productores, comercializadores y usuarios, de que los sistemas y programas informáticos o electrónicos que soporten los procesos contables, de facturación o de gestión de quienes desarrollen actividades económicas, garanticen la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros, sin interpolaciones, omisiones o alteraciones de las que no quede la debida anotación en los sistemas mismos. Reglamentariamente se podrán establecer especificaciones técnicas que deban reunir dichos sistemas y programas, así como la obligación de que los mismos estén debidamente certificados y utilicen formatos estándar para su legibilidad.
¿Qué significa esto?
Tras la entrada en vigor de esta nueva normativa, que se efectuará tres meses después a partir del 1 de julio, será imprescindible que cualquier sistema y programa informático como es el caso del ERP cuente con las certificaciones estatales correspondientes que avalen su uso, como ya ocurre en nuestro país vecino, Portugal.
Esta nueva medida afectará tanto a los desarrolladores e implantadores que deben encargarse de realizar las certificaciones oportunas de su software de gestión empresarial, como a los usuarios que para actuar bajo el margen de ley podrán disponer únicamente de un ERP que cumpla con esta certificación.
¿Podré seguir usando el ERP que he tenido hasta ahora?
La respuesta es sí, pero siempre y cuando, nuestro desarrollador certifique el ERP ante las autoridades correspondientes, para lo que tendrá que cumplir una serie de requisitos que garanticen el buen funcionamiento del mismo.
Usando como modelo lo ocurrido en Portugal, se espera que las empresas desarrolladoras con mayor peso en el mercado, como es el caso de Microsoft con su ERP Business Central sean de las primeras en certificarse. Probablemente la mayoría de los desarrolladores terminen certificando su solución, pero es el momento de analizar si nuestro programa será certificado por nuestro proveedor para tomar las decisiones oportunas.